Dos excomandantes de las Fuerzas Armadas involucran a Bolsonaro en el intento de golpe contra Lula
Jair Bolsonaro realizó semanas atrás una gran demostración de fuerza en San Pablo y ante una multitud pidió una amnistía para los implicados en el intento de golpe de Estado contra Luiz Inacio Lula da Silva, el 8 de enero de 2023. Después de las últimas revelaciones sobre su participación en la conjura, su situación judicial puede agravarse. Dos exintegrantes de la cúpula militar brasileña durante el pasado Gobierno de ultraderecha confirmaron que el entonces presidente los invitó a impedir que se materializara la asunción de Lula. Las palabras del general Marco Antonio Freire Gomes, al frente del Ejército, y el comandante de la Fuerza Aérea, Carlos Baptista, durante un interrogatorio policial relacionado con los hechos del 8E confirmaron las intenciones de Bolsonaro que incluían ardides jurídicos y, además, el arresto del juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes. Las declaraciones ante la Policía Federal (PF) se filtraron este viernes y provocaron el previsible remezón político en Brasil.
Bolsonaro, sobre quien pesa una prohibición para ejercer cargos públicos hasta 2030 por poner en duda la transparencia del sistema electoral, es ahora señalado nada menos por las altas esferas castrenses. Esos testimonios no hacen más que comprometer al excapitán, cuya situación en la causa judicial ya era problemática al ser involucrado en la red criminal que intentó complotar contra Lula. Baptista Júnior reveló a la PF que el excomandante del Ejército llegó a decirle a Bolsonaro que lo arrestaría si intentaba dar un golpe de Estado.
Por su parte, el general de la reserva Laércio Vergílio dijo que el arresto de De Moraes sería “necesario para el retorno de la normalidad institucional y la armonía entre los poderes del Estado”. El golpe buscaba convocar a nuevos comicios sobre la base de una proscripción de hecho del Partido de los Trabajadores (PT). Vergílio reconoció haber formado parte de un grupo de oficiales que intentó instigar a otros uniformados a sumarse a las acciones antidemocráticas.
De acuerdo con el diario carioca O Globo, lo expresado por Freire Gomes ante la PF es considerado un “alivio” para el Ejército. La institución se encuentra en un proceso en el que intenta dejar atrás las sospechas sobre su simpatía con los protagonistas del 8E. Freire Gomes dijo ante la Policía Federal haber rechazado “firmemente” el convite golpista. “Para los militares, las declaraciones suenan como un consuelo después de pasar más de un año siendo tildados de golpistas por haber participado u omitido los actos”, remarcó la publicación. Una de las impugnaciones que suelen escucharse sobre el papel del Ejército en esos días conflictivos es su excesiva tolerancia con los acampes de la ultraderecha frente a los cuarteles, donde se incitaba a que impidieran que Lula iniciara su tercera presidencia.